Añadir que el líquido de frenos debe cambiarse pudiendo ser cada año, sobre todo si resides en una zona húmeda.
La razón, es que el liquido que se usa habitualmente (DOT4), tiende a absorber humedad, con lo que lluega a tener mezclado unas "gotitas" de agua. El líquido tiene un punto de ebullición (se transforma en gas) de cerca de 300ºC, pero el agua hierve a presión atmosférica a 100º y al aumentar la presión algo más. Lo que ocurre entonces es que al frenar producimos calor, este vaporiza las gotas de agua y crea burbujas en el circuito de freno que nos dan eses tacto esponjoso tan desagradable, en el mejor de los casos, y puede llegar a dejarnos sin frenos en el caso mas crítico.
(Vaya "ladrillo" me ha salido)