Tu problema es el efecto "fadding" o fatiga de´l freno.
En condiciones severas de utilización, el líquido hidráulico toma calor del conjunto de pastillas y disco que le transmite el propio disco que se encuentra muy caliente debido al rozamiento contínuo contra la superficie de las pastillas/tambores. El líquido hidráulico, al llegar a un valor de temperatura crítico, muy por encima del valor para la ebullición del agua y que llega en casos a los 225º C, entra en fenómeno de ebullición que produce burbujitas que absorven la compresión del sistema deformándose y comprimiéndose. Esa compresión de las miles de burbujitas recoge gran parte de la presión sobre la maneta de freno o pedal y por tanto, la presión ejercida sobre el freno, siendo buena al principio del sistema, no llega a las pastillas porque se "queda" en el camino comprimiendo esas burbujitas que se quedan con casi toda la presión ganada en el circuíto.
La solución es parar inmediatamente al observar el menor aviso de fadding y dejar enfriar el sistema por si solo, sin intentar medios chapuceros (he visto) como arrojar agua a los frenos afectados, lo cual, deformaría indefectiblemente el o los discos.
Ocurre que cuando aparece el fenómeno, instintivamente se ejerce más fuerza sobre el sistema de freno, lo cual, agrava mucho el fenómeno.
Lo mejor es soltar la presión del freno hasta un valor pequeño, actuar con el otro freno disponible y efectuar una reducción suave a cargo del motor. A medida que discurramos, el viento relativo irá enfriando el sistema hasta lograr detener la moto con seguridad. En el arcén, a la sombra de un pino, dejaremos que el aire vaya enfriando el sistema poco a poco y en unos minutos se podrá reemprender el viaje comprobando en los primeros metros la efectividad del freno porque es muy posible que aunque el calor haya disminuído, la presencia de burbujitas sea todavía importante.El fenómeno adquiere mayor importancia en caminos muy revirados o pendientes sostenidas si se hace uso intensivo del freno.
Después de sufrir fadding, lo más indicado es renovar completamente el líquido hidráulico. No hay prisa pero no se puede dejar.
Un consejo para los que residen en la cornisa cantábrica, Galicia o zonas de montaña (además, zonas húmedas): El líquido de frenos deberían sustituírlo como mínimo, una vez al año porque en sus circunstancias de uso, el líquido acusa pequeños episodios de fadding que aunque inadvertido, lo inutilizan para siempre. El mismo consejo es extensivo para las latas que arrastran caravanas o roulottes.