En los dos casos que voy a comentar, pasaron a moto parada y la cosa terminó como yo no quería, además de salir lastimado:
Caso I: En un largo viaje por países limítrofes que me demando 28 días, siendo de noche y con lluvia decidí por esas circunstancias meterme en una ciudad (Juliaca, Perú) 100 km. antes de mi destino (Puno). Ingresando al centro me encontré con un tráfico muy cerrado, autos por todos lados. En una de esas uno me cierra el paso obligándome a realizar una rápida maniobra y brusca frenada (iría a menos de 30 km/h.), con la consiguiente perdida del equilibrio y para colmo mi pie derecho no encuentra el suelo, desnivel de por medio y mi RT ya con una considerable inclinación se me empieza a ir y a ir, hasta que logro hacer pie y trato de aguantarla..., y aguanto hasta que se me va y los dos al suelo y muy desprolijos ambos.
Consecuencias: No solo se me cayó la moto, si no que sufrí un desgarro en la pantorrilla bastante considerable, que me obligó a medicarme para poder seguir viaje. (la moto en su caída rompió el espejo y se rajó uno de los sujetadores de la valija derecha)
Caso II: Fui de visita a lo de un amigo y estacioné la moto sobre la acera frente a la misma casa donde iba, cosa que hacia a menudo, ya que mas adelante existe una bajada de garaje muy fácil para volver a la calle. Cuando me iba, ya de noche avanzo y me encuentro con la acera cortada, gran desnivel de por medio por una reparación y todo el largo del cordón ocupado con automóviles estacionados.
No me quedó otra que ir retrocediendo por la estrecha acera y complicado hasta encontrar un claro para poder bajar a la calle. El único hueco que encuentro resulta estrecho y maniobro para atrás y para adelante para perfilar la moto bien a 90° del cordón para poder pasar entre el baúl de un auto y una larga fila de motos puestas a 45° bien pegadas una de otras.
Tan fino tenia que pasar, que apenas le daba avance para ver de no tocar nada, baja la rueda delantera y en eso se frena el avance y nuevamente se inclina la moto a la derecha y el piso allá a lo lejos, que cuando lo toco con el pie ya estaba apoyado en una de las motos estacionadas y aguanto la caída y aguanto..., hasta que como un latigazo salí disparado al medio de la calle golpeando con el casco en el asfalto. Volé como dos metros y la RT al suelo llevándose cual efecto dominó la larga fila de motos también al piso.
Ahí tirado estaba sin poder moverme del dolor y la gente que se acercaba a ayudar y yo veía la moto en marcha totalmente volcada sin poder hacer nada.
En síntesis, ademas de romper nuevamente el espejo, la protección del cilindro y cascar mi System VI, se me abrió la tibia por la mitad, terminé hospitalizado y llevo de por vida una prótesis en el hueso con cinco tornillos que hace saltar todos los detectores de metales de los aeropuertos.
Lección que espero haber aprendido:
Cuando la RT se va con ganas a un costado, déjala ir o a lo sumo acompáñala en la caída preservandote, que igual se va a caer.
Saludos.