Cascada de la Novia, Perú.
La leyenda habla de una pareja desgarrada por la rivalidad familiar. El día de su boda, el padre de la novia asesinó al novio. Devastada, la novia rogó a la Madre Naturaleza que la convirtiera en una cascada, símbolo de su amor eterno.
Foto: Miguel Villegas.
Un elefante marino que sonríe.
¿Te cuesta sonreír en las fotos? Probablemente podrías pedir consejo a este elefante marino del sur (Mirounga leonina) originario de la Península Valdés, en la Patagonia Argentina. En esta conocida reserva natural habita la única colonia conocida de la especie, donde habitan más de 20.000 ejemplares.
Pero por divertida que la fotografía pueda parecer, la realidad es que en ese momento el animal se movía con rapidez para abandonar su posición, tratando de librarse de una pelea con un macho dominante. Quizás su expresión era más de sorpresa, después de todo.
Foto: Gabriel Rojo.
Roca elefante, Islandia.
Que verdad es esa de que algunas veces las nubes o algunos paisajes naturales nos hacen soñar al reproducir las siluetas de ciertos animales. Pues bien, en la costa de Islandia, en la isla de Heimaey para ser más precisos, si te fijas bien parece como si un gigantesco elefante estuviese a punto de adentrarse en el mar.
Foto: Diego Delso.
Pingüinos isleños.
Solvin Zankl tomó esta fotografía en las Islas Malvinas, lugar donde habita una de las principales colonias de pingüino papúa, también llamado pingüino juanito (Pygoscelis papua).
Estos pingüinos anidan en islas subantárticas; y además de Malvinas, también tienen grandes colonias en Georgia del Sur y Kerguelen, así como otras más pequeñas en Macquarie, isla Heard, Shetland del Sur y la península Antártica.
Foto: Solvin Zankl.
Montañas del Arco Iris, Perú.
También conocida como Vinicunca, esta impresionante montaña de los Andes debe sus vibrantes colores a la interacción de minerales y sedimentos a lo largo de millones de años. Capas de arcillas rojas y otros depósitos se combinan.
Foto: Antonio Flores Vizcaray.
Un momento para rezar.
Las nutrias marinas viven pasan la mayor parte de su tiempo en el agua, aunque también pueden vivir en tierra. Son excelentes nadadoras, pero además pueden flotar con facilidad, lo cual les permite incluso dormir en el agua. Pero para evitar ser arrastradas por las corrientes, mientras lo hacen se dan de la mano con otros ejemplares de su especie, llegando a enlazarse por parejas o formando grandes grupos.
Sin embargo, a la hora de comer necesitarán usar las dos manos para sostener el alimento, y se colocarán en una posición que te hará pensar que están rezando.
Foto: Christine Haines.
Otoño, tiempo de guardar.
Una ardilla roja (Sciurus vulgaris) busca alimento para recolectar y almacenar antes del invierno en la Reserva de Ardillas Rojas de Widdale, en el Parque Nacional de los Yorkshire Dales. Estos animales, emblemáticos de los bosques del Reino Unido, se han visto cada vez más amenazados, tanto por la pérdida de hábitat como por la competencia con especies invasoras.
Foto: Cordon Press.
Ardilla atascada.
Las ardillas son animales especialmente veloces y ágiles, con la capacidad de introducirse a través de agujeros en los troncos de los árboles en tan solo segundos. No obstante, este ejemplar mantuvo las patas traseras en el exterior durante un momento, que sirvió para que el fotógrafo italiano Milko Marchetti capturara esta divertida imagen donde parece que la pobre ardilla no ha podido entrar a su madriguera y ha quedado atascada. Nada más lejos de la realidad, en este caso.
Foto: Milko Marchetti.
Un modelo profesional.
En medio de la fina arena del Desierto del Namib, un gecko parece detenerse para posar, con una expresión que recuerda a la de un modelo profesional. ¡Desde luego sabe lo que se hace!
La imagen, originalmente titulada Gecko fashion model, fue capturada por la fotógrafa Michela Bordoli, quien logra transmitir una particular sensación de simpatía con la pose de este pequeño.
Foto: Michela Bordoli.
El color vibrante de la parte derecha se debe a un tipo de alga amante de la sal llamada Dunaliella salina, que produce pigmentos carotenoides que tiñen el agua de rosa brillante.
Foto: Foster Dasson.
El fotógrafo Alan McFadyen realizó más de 720.000 disparos a lo largo de 6 años para capturar esta foto perfecta de un martín pescador zambulléndose en el agua.
Foto: Alan McFadyen.
No, esto no es hielo.
Pamukkale, cuyo nombre significa "castillo de algodón" en turco, ha sido un lugar de importancia desde la antigüedad. Situada en las cercanías de lo que algún día fue Hierápolis, una antigua ciudad balneario romana, es conocida por sus piscinas termales; y son justamente estas piscinas las que protagonizan esta imagen.
Estas formaciones, que descienden en capas blancas y se llenan de aguas termales de un llamativo color azul, han sido moldeadas por siglos de actividad geotérmica. El agua rica en minerales, principalmente en carbonato de calcio, fluye desde las profundidades de la tierra y, al enfriarse, se precipita y forma los depósitos.
Foto: Marco Simoni.
El fotógrafo Vadim Trunov ha tenido numerosos encuentros cercanos con ardillas a lo largo de su carrera, pero estas imágenes de ardillas fotografiándose entre sí y a pájaros son las más cautivadoras que ha tomado nunca.
Foto: Vadim Trunov.
“Parece una escena simple pero fue buena opción de usar el blanco y negro para elevar la imagen con un estado de ánimo diferente. Ayuda a resaltar el dramático contraste entre las nubes y el paisaje circundante ".
Foto: Bernard Antolin.
Árbol de la iglesia.
Maasailand, Kenia.
Esta foto fue tomada cerca del Parque Nacional Amboseli en el sur de Kenia, en una zona donde vive la famosa tribu Masai de Kenia. En el lado izquierdo del árbol encontramos una pequeña casa cercada por una pared de ramas de acacia ensambladas.
Foto: Brian Grasso.
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