Yo tuve un problema con el concesionario Keldenich, de Barcelona. Me hicieron ir CUATRO VECES para valorar la moto vieja, una 850-R. Nunca encontraba al tasador. Eso sí, siempre me hacían una fotocopia de la documentación de la moto para entregársela al tasador y éste, según ellos, ya se pondría en contacto conmigo.
La cuarta vez que fui, encontré al tasador. Pero justo cuando empezó a mirar la moto, aparecieron otros clientes, el tío los ve, y me deja a mí con la palabra en la boca y tirado en medio del concesionario.
Eso ya fue demasiado. Monté un pollo del copón. Vino el jefe de ventas a pedirme disculpas. Pero les dije que se olvidaran de mí para siempre, (ya era cliente de ese concesionario) y que gracias a Dios hay más concesionarios en Barcelona.
Además envié una queja por e-mail a BMW Ibérica por la situación vivida. Me dijeron que tomaban nota y que ya se pondría el concesionario en contacto conmigo.
En efecto, días más tarde me llamó una persona, que dijo ser un delegado de ventas, pidiendo disculpas y diciéndome que no ERA COSTUMBRE tratar así a los clientes. Añadió que le avisara a él cuando volviera para poder hablar con el director de ventas y hacerme un arreglito en compensación por el mal trato.
Le contesté que, a mi entender, el que tenía que pedirme disculpas debía ser alguien que ocupara algun puesto de responsabilidad en ese concesionario. Que me parecía una falta de respeto ofrecerme un arreglito en la compra. No pedía rebajas sino respeto. Y que se olvidaran de mí como cliente.
Unos días después volvieron a llamarme de BMW Ibérica para decirme que el Concesionario les había comunicado que el tema ya estaba resuelto y que el cliente, o sea, yo, había quedado satisfecho. Le
contesté que no, que de ninguna manera, que estaba indignado con Keldenich. La prueba era que la moto sí la compré, pero en otro concesionario.
Me contestó que tomaba nota y que ya me dirían algo. Hasta hoy, meses después, conmigo no se ha puesto en contacto nadie.
Resumen: ¿Valen para algo las quejas a BMW Ibérica? Como derecho al pataleo pienso que sí, las buenas palabras siempre adormecen y calman al que se queja. Pero como no las acompañes con algún gesto de fuerza (OCU, por ejemplo). En eso se quedan: palabras, palabras, palabras.
Saludos y disfruta esa maravillosa moto